¿Por qué pierden mis Fondos si son de Renta Fija?
Cuando tienes un Fondo de Inversión de Renta Variable ya sabes que puedes sufrir pérdidas -sobre todo a corto plazo y en períodos de elevada volatilidad– pero cuando te has metido en un Fondo de Inversión de Renta Fija porque el plazo ya no pagaba nada y confiando en que nunca ibas a perder, no entiendes cómo es posible que tus ahorros caigan en picado, y te preguntas asustado ¿Por qué pierden mis Fondos si son de Renta Fija?.
Los Fondos de Renta Fija (en su variante total o mixta) han sido uno de los grandes refugios para los ahorradores muy conservadores, que han acabado aquí más por falta de opciones que por gusto personal. Y esto no es peccata minuta, ya que en España hay unos 74.822 millones de euros en estos fondos, lo que representa un 30 % del total. (Pincha aquí si quieres acceder al Informe de Marzo del 2020 de Inverco).
Veamos pues cuáles son las causas que hacen que nuestros Fondos de Renta Fija no sean siempre un refugio «tan seguro».
Causas que provocan bajadas en la Renta Fija
⇒ La subidas del tipo de interés
⇒ El aumento de la prima de riesgo
SUBIDAS DEL TIPO DE INTERÉS
Hay una regla no escrita que rige la relación entre los tipos de interés y la renta fija, y que dice que Si los tipos de interés suben, la Renta Fija baja.
– ¿Eh? ¿Cómo? Pero si los tipos de interés estaban rozando mínimos históricos, ¿Cómo es que es que mis fondos de renta fija no suben?
Porque cuando se habla de «tipo de interés» no se habla del Euribor -el tipo de interés que todo pequeño ahorrador conoce por la televisión y cómo no, por su hipoteca- sino del tipo de interés de la Renta Fija.
Recordemos un minuto qué es la Renta Fija
La Renta Fija es DEUDA emitida por el Estado y las Empresas Privadas para financiarse. Es como un préstamo, sólo que no se pide a una entidad financiera -como la hipoteca o el préstamo del coche- sino a los inversores, quienes a cambio de «prestar su dinero» reciben un título de Deuda: Letras, Bonos, Obligaciones, Pagarés de Empresa…
Mediante este título de Deuda el emisor (el Estado o la empresa) se compromete a devolver el dinero al inversor a un plazo determinado, pagándole además un tipo de interés por ello. Del mismo modo, éste podrá decidir tener el título hasta su vencimiento o ponerlo a la venta tiempo después, obteniendo por él un importe superior o inferior a lo que le costó.
En realidad la Renta Fija se asemeja mucho al mercado de valores, ya que cuando compras acciones tienes la opción de quedártelas o venderlas, y si te las quedas y quieres saber lo que valen, tan sólo miras su cotización en el mercado.
En cualquier caso, mejor lo vemos con un ejemplo,
Supongamos que el gestor del Fondo de Inversión Mi pequeño Ahorrador RF FI compró en agosto del 2019 Obligaciones del Estado a 10 años al 0,27 % y el mercado ofrece hoy esas obligaciones al 0,72 %.
Si en el mercado hoy estas obligaciones están al 0,72 % y las que el fondo ya posee están al 0,27 %, caso de que queramos venderlas nadie las querrá, y si las quieren será por un precio muy inferior al que costaron. Las vendamos o no, lo que está claro es que ahora valen mucho menos.
Cabe preguntarse entonces: ¿Por qué pierde el fondo si el gestor no vende las obligaciones en ese momento y sigue cobrando por ellas un 0,27 % de tipo de interés anual?
Pues porque al igual que con las acciones, no se trata de vender o no los títulos en este mismo instante, sino de calcular cuánto valdrían si se «liquidaran» por completo en ese momento. De ahí que al valor de las participaciones de un fondo de inversión se le conozca como «valor liquidativo».
PRIMA DE RIESGO
Pongamos un ejemplo,
Vemos en la televisión el anuncio de un banco que ofrece préstamos para comprar un coche al 3 % de tipo de interés, y como queremos comprarnos uno, nos acercamos a la sucursal.
Cuando nos ponemos a hablar sobre el tema con el asesor éste nos empieza a hacer preguntas: que cuánto ganamos, que si estamos fijos o no, si tenemos vivienda, más préstamos e incluso si somos muchos en casa.
No es que sienta un interés muy especial por nuestra vida personal, aunque quien sabe, lo que está claro es que está evaluando nuestra capacidad de pago, es decir, la probabilidad de que podamos o no devolver el dinero.
El caso es que al final nos ofrece el préstamo al 4,50 % y le decimos que en el anuncio estaba al 3 %, pero nos argumenta que en nuestra situación no lo puede bajar -la verdad es que todavía pagamos la hipoteca, el préstamo del otro coche, el cole de los críos y yo estoy con reducción de jornada, así que nos parece bien-.
Prima de riesgo o Riesgo país
Sin embargo, a nivel general, cuando en los medios se habla de prima de riesgo en realidad se habla del riesgo país, que no es otra cosa que la diferencia entre el tipo de interés que paga un país (en este caso España) al emitir deuda pública, frente a la diferencia del tipo de interés que paga Alemania, que es el país que en la Unión Europea se considera más seguro.
Por tanto, cuando hablamos de la prima de riesgo española nos referimos a la diferencia (en puntos básicos) entre el tipo de interés que se paga por el bono español a 10 años frente al tipo de interés que se paga por el bono o bund alemán a 10 años.
Lo lógico es que si España va bien la prima de riesgo sea baja, ya que la capacidad de nuestro país para hacer frente al pago de su Deuda Soberana será buena. Por desgracia, cuando las cosas no van bien la prima de riesgo se dispara, ya que existen más dudas sobre nuestra solvencia.
¿Y todo esto qué tiene que ver con los fondos de Renta Fija?
Pues todo, ya que cuando un Estado o una empresa emite DEUDA, si su capacidad para devolver el dinero que se le presta no es muy buena, deberá ofrecer un tipo de interés muy alto para que se la compren, por lo que al mercado saldrá Deuda nueva a un tipo de interés más alto.
Y ya hemos visto lo que pasa con los fondos de renta fija si los tipos de interés suben, que la valoración de sus participaciones baja.
EL MERCADO SE ROMPE
Cuando se dice que «el mercado se rompe» o que «el mercado está roto» significa que hay una enorme falta de liquidez, debida a un impacto brutal de algún tipo, como ha sucedido con el COVID19.
Esta situación obliga a que los gestores de los fondos se muestren más conservadores tanto para proteger el patrimonio del fondo -cambiando deuda corporativa por deuda pública, vendiendo deuda a más largo plazo para comprarla a más corto, saliendo de los high yield… – como para atender la fuerte demanda de salidas que hagan los partícipes.
La fuerte huída de los fondos de Renta Fija
No podemos olvidar que el miedo rige muchas de nuestras decisiones de inversión, y en una situación importante de crisis una parte de los ahorradores más conservadores huyen de los fondos, prefiriendo sacar su dinero para dejarlo en cuenta corriente o en el peor de los casos, debajo del colchón.
Por suerte los inversores de Renta Variable soportan mejor la volatilidad, ya que lo llevan de serie. Pero un ahorrador que se ha convertido en inversor muy a su pesar, como ha pasado los últimos años con las caídas de tipos, no tiene cuerpo para aguantar estas tensiones y acaba rindiéndose, provocando que la oleada de pérdidas sea incluso mayor.
Además las empresas y empresarios que han visto caer sus ventas en picado necesitan dinero para hacer frente a sus pagos, por lo que pese a ser inversores más experimentados y tener más templanza para aguantar las caídas, se ven obligados a salir para disponer de dinero contante y sonante.
CONCLUSIÓN
Los fondos de inversión ante una situación de crisis soportan mayores salidas de dinero, que afectan más a los fondos de renta fija que a los de renta variable, por ser sus partícipes en líneas generales, mucho más conservadores.
Si a ello unimos el hecho de que por la situación económica los tipos suben, y que ante una mayor probabilidad de impago los emisores de nueva deuda se ven obligados a ofrecer mejores condiciones a sus compradores, nos encontramos ante una mayor caída de los valores liquidativos de la que cabría esperar.
Y nuestra mejor defensa no es salir, aunque en parte pueda serlo, sino hacer las cosas bien desde el principio. Debemos conocer mejor cómo funcionan los mercados financieros, responder adecuadamente a los test de idoneidad para adecuar nuestra cartera a nuestro perfil de inversión, participar de nuestras decisiones y sobre todo, sobre todo, aumentar nuestros conocimientos.
Un saludo,
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