Tipos de Fondos de Inversión

Tipos de Fondos de Inversión

 

Tipos de Fondos de Inversion

 

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Los Fondos de Inversión son una de las principales opciones hoy en día para colocar nuestro dinero, sin embargo, considerando que en España se comercializan aproximadamente unos 6.000 fondos, la decisión de elegir uno u otro no parece nada fácil.

 

Para hacer la cosa más sencilla podemos diferenciarlos según su vocación inversora o lo que es lo mismo, según el riesgo que asumen en sus inversiones.

 

Tipos de fondos según su vocación inversora:

 

 

 Fondos Monetarios

Tipos de fondos

 

Los fondos monetarios invierten exclusivamente en activos del mercado monetario, es decir, en depósitos y renta fija a corto plazo, como las letras del tesoro, pagarés y bonos. Lo importante es que no invierten nada en renta variable, ni en deuda subordinada o materias primas y además tampoco tienen riesgo divisa. Como ventaja aportan una gran liquidez, ya que permiten entrar y salir de forma diaria.

 

El principal objetivo de estos fondos es mantener el capital, aunque eso no los libra de sufrir pequeñas pérdidas, sobre todo en los tiempos actuales donde la renta fija a corto plazo está en tipos negativos, es decir, que se paga por comprarla.

 

Fondos Monetarios

  • Ausencia de exposición a renta variable, riesgo divisa y deuda subordinada.
  • Debe aceptar suscripciones y reembolsos de participaciones diariamente.
  • Duración media de la cartera inferior a 6 meses.
  • Mínimo del 90% del patrimonio en instrumentos con vencimiento residual inferior a 2 años.
  • Ausencia de instrumentos con vencimiento residual superior a 5 años.
  • Ausencia de exposición a activos con calificación crediticia a corto plazo inferior a A2 o sin calificación crediticia específica cuyo emisor cuente con calificación crediticia a corto plazo inferior a A2.

Fuente: Inverco

 

 

 Fondos de Renta Fija  

 

Los fondos de Renta Fija invierten principalmente en Renta Fija, es decir, en letras del tesoro, pagarés, repos, bonos y obligaciones. Al igual que los fondos monetarios, no invierten nada en renta variable, sin embargo pueden invertir en deuda subordinada y estar expuestos al riesgo divisa.

 

Los fondos de Renta Fija se dividen en Fondos de Renta Fija Euro  y Fondos de Renta Fija Internacional , los primeros pueden tener hasta un 10 % en riesgo divisa y los segundos mucho más.

 

 

Renta Fija Euro

  • Ausencia de exposición a renta variable, no habiendo sido clasificada la IIC dentro de la vocación monetario.
  • Máximo del 10% de exposición a riesgo divisa.

Renta Fija Internacional

  • Ausencia de exposición a renta variable.
  • Posibilidad de tener más del 10% de exposición a riesgo divisa.

Fuente: Inverco

 

 

Fondos de Renta Variable

Tipos de fondos

 

Los fondos de renta variable son aquellos que invierten al menos un 75 % en renta variable, es decir, en acciones o participaciones de empresas, ya sean nacionales o internacionales.

 

Su principal objetivo es obtener una buena rentabilidad mediante la compra-venta de estas acciones disminuyendo el riesgo de esta inversión mediante la diversificación, es decir, comprando «muchas» acciones de «muchas empresas» diferentes.

 

Los fondos de renta variable se dividen en Fondos de Renta Variable Euro y Fondos de Renta Variable Internacional, de tal forma que los primeros pueden tener máximo un riesgo divisa del 30 % y los segundos pueden tener mucho más.

 

 

Renta Variable Euro

  • Más del 75% de exposición a renta variable.
  • Al menos el 60% de exposición a renta variable emitida por entidades radicadas en el área euro.
  • Máximo del 30% de exposición a riesgo divisa.

Renta Variable Internacional

  • Más del 75% de exposición a renta variable no habiendo sido clasificado como renta variable euro.

Fuente: Inverco

 

 

Fondos Mixtos

Tipos de fondos

 

 

Los fondos mixtos, como su nombre indica, mezclan inversión en renta fija y en renta variable, y en función de cuál de las dos tenga más importancia se conocen por Fondos de Renta Fija Mixta o Fondos de Renta Variable Mixta de forma que los primeros tienen menos de un 30% en renta variable y los segundos pueden llegar hasta el 75 %.

 

Igualmente pueden tener cierta exposición al riesgo divisa, de modo que si tienen poco se les añade la palabra «euro»  y si tienen más la de «internacional».

 

 

Renta Fija Mixta Euro

  • Menos del 30% de exposición a renta variable.
  • La suma de las inversiones en valores de renta variable emitidos por entidades radicadas fuera del área euro, más la exposición al riego divisa no superará el 30%.

Renta Fija Mixta Internacional

  • Menos del 30% de exposición a renta variable.
  • La suma de las inversiones en valores de renta variable emitidos por entidades radicadas fuera del área euro, más la exposición al riesgo divisa podrán superar el 30%.

Renta Variable Mixta Euro

  • Entre el 30% y el 75% de exposición a renta variable.
  • La suma de las inversiones en valores de renta variable emitidos por entidades radicadas fuera del área euro, más la exposición al riego divisa no superará el 30%.

Renta Variable Mixta Internacional

  • Entre el 30% y el 75% de exposición a renta variable.
  • La suma de las inversiones en valores de renta variable emitidos por entidades radicadas fuera del área euro, más la exposición al riego divisa podrán superar el 30%.

Fuente: Inverco

 

 

Fondos de gestión Pasiva

Tipos de fondos

 

Los fondos de gestión pasiva son aquellos que copian el comportamiento de un índice bursátil, ya sea un índice de renta fija, de renta variable, de materias primas o de divisas. (IBEX 35, el Eurostoxx 50, el Nasdaq 100…).  También lo son aquellos que buscan obtener un nivel concreto de rentabilidad, aunque no lo logren.

 

Dentro de los fondos de gestión pasiva destacan los ETF´s, cuya principal diferencia frente a los fondos tradicionales es que cotizan en bolsa.

 

Fondos garantizados

 

tipos de fondos

 

Los fondos de inversión garantizados son aquellos que aseguran todo o parte de la inversión a un determinado vencimiento. En algunos casos también aseguran un mínimo de rentabilidad.

 

Es necesario tener en cuenta que normalmente la garantía es únicamente «al vencimiento», es decir, que no se asegura la inversión durante toda la vida del fondo sino sólo si éste se mantiene hasta el vencimiento.

 

Este tipo de fondos son algo complejos de seguir, ya que lo habitual es que su rentabilidad esté basada en la evolución de otros activos, así que es conveniente tener claro cuánto garantizan y en qué condiciones.

 

Garantizado de Rendimiento Fijo

  • IIC para el que existe garantía de un tercero y que asegura la inversión más un rendimiento fijo.

Garantizado de Rendimiento Variable

  • IIC con la garantía de un tercero y que asegura la recuperación de la inversión inicial más una posible cantidad total o parcialmente vinculada a la evolución de instrumentos de renta variable, divisa o cualquier otro activo. Además incluye toda aquella IIC con la garantía de un tercero que asegura la recuperación de la inversión inicial y realiza una gestión activa de una parte del patrimonio.

De Garantía Parcial

  • IIC con objetivo concreto de rentabilidad a vencimiento, ligado a la evolución de instrumentos de renta variable, divisa o cualquier otro activo, para el que existe la garantía de un tercero y que asegura la recuperación de un porcentaje inferior al 100% de la inversión inicial. Además incluye toda aquella IIC con la garantía de un tercero que asegura la recuperación de un porcentaje inferior al 100% de la inversión inicial y realiza una gestión activa de una parte del patrimonio.

Fuente: Inverco

 

 

Fondos de retorno absoluto

tipos de fondos

 

Los fondos de retorno absoluto buscan una rentabilidad positiva en un determinado plazo, aguantando un determinado nivel de riesgo e independientemente de lo que pase en los mercados.

 

Los fondos de retorno absoluto indican un objetivo claro, pero no garantizan su cumplimiento.

 

 

Fondos globales

 

tipos de fondos

 

Los fondos globales son como un cajón de sastre ya que son aquellos cuya política de inversión no pertenece a ninguna de las clasificaciones anteriores.

 

En realidad los fondos globales no tienen una política de inversión muy precisa, ya que la idea es que los gestores puedan hacer un poco lo que consideren en función de las circunstancias, invirtiendo en donde quieran y cuando quieran.

 

 

Tanto en fondos como en cualquier otra inversión es imprescindible responder al menos a tres pregutas: importe, tiempo y riesgo. A partir de ahí podemos ir reduciendo las opciones para poder escoger mejor.

 

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Cesta de fondos

Cesta de fondos

Fondos de Inversión Aportación o inversión mínima Certificado de participación Cesta de fondos Clases de participaciones Comisión de depósito o custodia Comisión de gestión Comisión de reembolso Comisión de suscripción Comisión sobre patrimonio Comisión sobre...
El ahorro del siglo XXI

El ahorro del siglo XXI

Ahorrar o invertir

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Según el último informe de Inverco, el Ahorro Financiero de las familias españolas ascendió a 2,46 billones de euros en el tercer trimestre del 2021, y de éstos 1,015 billones se guardaron en huchas tan tradicionales como la cuenta corriente o el depósito bancario, más de un 40 % del ahorro total y casi el triple de lo que había en fondos de inversión. Este es el ahorro del siglo XXI en España.

 

Pese a los avances tecnológicos de nuestro siglo, seguimos ahorrando como antaño, dejando el dinero en una cuenta corriente o a plazo fijo (cuando no bajo el colchón) mostrando así una aversión al riesgo tan grande que no sólo nos impide sacarle rentabilidad, sino que nos produce pérdidas importantes a causa de la inflación, algo que parece no calar en la mentalidad de la mayoría de los ahorradores.

 

¿Qué nos lleva a actuar así? ¿Cuáles son las causas? ¿Y sus consecuencias? 

 

 

 

 

La opción de no hacer nada

 

Inflación

 

La principal consecuencia de optar por no hacer nada es la pérdida de poder adquisitivo a causa de la inflación. El coste de la vida sube, es algo que todo el mundo sabe. Sube el precio de la luz, el del carburante, los alimentos e incluso la salud. Todo es mucho más caro ahora que hace un año, y no digamos que hace diez o veinte. 

 

Tal es su importancia que hasta el Banco Central Europeo nos invita a calcular su efecto en nuestra economía particular a través de su Calculadora de Inflación Personal

 

Pero para el ahorrador conservador la inflación es como una enfermedad silenciosa para su dinero. Y es silenciosa porque aunque escuche a diario noticias sobre la subida de los precios, no ve que al dinero que tiene ahorrado le haga nada. Quizás no sea capaz de ahorrar más pero por lo general, si tenía cien mil euros en la cuenta el año pasado, hoy esos cien mil euros siguen estando ahí, y como no tiene menos dinero piensa que no pierde, siendo éste su principal error.

 

Veamos un ejemplo,

 

Inflación

Con un IPC que ha cerrado este año a un 6,50 % y usando la calculadora de inflación del INE, vemos cómo 100.000 euros en diciembre del 2020 equivalen a 106.500 euros en diciembre del 2021.

 

  Año 2021
Año 2000 153.400 €
Año 2010 116.000 €
Año 2020 106.500 €

 

 

Esto significa que lo que compraríamos hace un año con cien mil euros, hoy cuesta 6.500 € más o, lo que es lo mismo, que nuestros 100.000 € valen hoy 6.500 € menos que el año pasado. Si en lugar de 100.000 € en la cuenta tuviéramos 93.500 € seguramente actuaríamos de otro modo, pero como no es así, nos dejamos llevar por la idea de que ésta es la opción más segura. 

 

Y pese a que la notable subida de este año se dice que es temporal, y que las políticas monetarias tienden a mantener la inflación en torno a un 2 %, la realidad es que es poco probable que el coste de la vida sea cada vez más barato y por lo tanto, la opción de no hacer nada, no sale gratis. 

 

 

 

El concepto de riesgo

 

riesgo

 

Cuando un ahorrador decide mantener la totalidad de su dinero en una cuenta o en un depósito lo hace convencido de que así no pierde nada, una premisa que como vemos no se sostiene a causa de la inflación, pero el error de base no es sólo esta férrea convicción sino el entendimiento que éste tiene sobre lo que es o no riesgo. 

 

Y es que el riesgo de una inversión no es tan sólo la incertidumbre de que ésta pueda valer menos mañana de lo que vale hoy, sino que esto pase justo en el momento en que se tenga la necesidad de disponer de ella.

 

Pongamos que compramos un piso para alquilar,

 

Alquiler

Independientemente de que el inquilino nos pague el alquiler a fin de mes o de que logremos alquilarlo toda la temporada, el principal riesgo que asumimos como inversión es que éste valga menos al cabo de un tiempo de lo que hemos pagado por él.

 

Si pagamos 200.000 € y dentro de tres años vale tan sólo 180.000 €, nuestra pérdida habrá sido de un 10 % ¿no?. Depende. Nuestro patrimonio, caso de tener que valorarlo, efectivamente se habrá devaluado un 10 %, pero la pérdida como tal no se dará salvo que nos veamos en la obligación de materializarla, es decir, de vender. 

 

Por lo tanto, el riesgo como tal no sólo depende de la probabilidad de que el valor de nuestra inversión disminuya, sino de que necesitemos disponer de ella cuando esto suceda.

 

De modo que el riesgo de una inversión no sólo tiene que ver con el mercado en el que se mueve -financiero, inmobiliario- sino con el tiempo que estemos dispuestos a permanecer en ella. 

 

 

 

La falta de diversificación

 

Inversion del siglo XXI

 

Otra de las causas por las que muchos ahorradores huyen de invertir es porque se plantean el «todo o nada». Bien por decisión propia, bien por no recibir un asesoramiento adecuado, tienden a invertir gran parte de sus ahorros en uno o varios activos de riesgo similar, normalmente de perfil muy conservador, y como en los últimos años estas inversiones no han sido rentables -recordemos eso de ¿Por qué pierden mis fondos si son de Renta Fija?– a poco que pierden huyen de ellas como gato escaldado, afianzando sus miedos y optando por no volver a entrar nunca más.  

 

O todo o nada Pongamos por caso que un ahorrador invirtió 100.000 € en un fondo de renta fija allá por el año 2018, es casi seguro que arrastrará pérdidas desde entonces ya que el 2018 fue un año malo, y aunque el 2019 dio un respiro, el COVID en el 2020 perjudicó muchísimo a los fondos conservadores que a día de hoy no han terminado de recuperarse. A groso modo la inversión de este ahorrador podría estar perdiendo entre 1.000 y 3.000 €, si es que todavía la tiene. 

 

¿No habría sido mucho mejor invertir sólo 20.000 € en un fondo de mayor riesgo dejando los otros 80.000 € en la cuenta? Si hubiera hecho un fondo mixto o de renta variable por 20.000 € a día de hoy obtendría una rentabilidad de entre un 10 % y un 30 %, y aunque el riesgo en este fondo sería mucho mayor, en proporción al total de sus ahorros no, y seguramente se sentiría mucho más cómodo. A esto se le llama «diversificar».

 

Un buen asesoramiento basado en la diversificación es clave para fomentar un cambio de tendencia en el ahorro del siglo XXI.  

 

 

 

La desconfianza, producto de malas experiencias

Ni perdono ni olvido

 

En muchas ocasiones gran parte de estos ahorradores han sufrido ya grandes decepciones. Fondos de renta fija con rentabilidades negativas, acciones con las que llevan toda la vida y que han caído en picado desde que las compraron y no olvidemos las famosas preferentes.

 

Todas estas malas experiencias del pasado crean una sensación de malestar y decepción que impiden hacer muchas veces, borrón y cuenta nueva, y pese a que los tiempos cambian, las normativas son otras y de hecho, su experiencia es mucho mayor, optan por la opción número uno, no hacer nada. 

 

Al fin y al cabo es como tener un accidente de coche y decidir no volver a conducir jamás. Es una opción, desde luego, pero no es la más práctica. Lo más útil es que se vuelva a coger el coche aunque al principio se tenga más miedo que antes, ya que con el tiempo se acabará ganando en confianza y con toda probabilidad se hará uno mejor conductor. 

 

Una mala experiencia en el pasado impide a muchos ahorradores enfrentarse de nuevo a los mercados, optando éstos por posicionar su ahorro en depósitos que no sólo no aportan ninguna rentabilidad, sino que sufren mucho más que antes a causa de la inflación. 

 

 

 

No pensar en la inversión hasta pasado unos años

 

Ahorro a largo plazo

 

Otra de las cosas que hacen subir las cuentas corrientes en detrimento de la inversión es la educación que se ha recibido del «cuando haya». Nos han educado sobre la base de que se invierte cuando uno haya dejado de pagar cosas, es decir, que hasta que no se haya pagado la hipoteca, el coche o la universidad de los hijos, muchos ahorradores no se plantean hacer ninguna inversión, salvo la del plan de pensiones y en muchos casos, ni eso. 

 

El problema es que este «cuando haya» sale realmente caro porque la importancia del plazo en el ahorro es fundamental, y es infinitamente mucho más sencillo lograr alcanzar un interesante patrimonio de 300.000 € con 50 € al mes en 25 años, que con 250.000 € en 5, contando con que destinar a una inversión 50 € al mes puede estar más o menos al alcance de cualquiera, pero disponer de 250.000 € no tanto. 

 

El tiempo aporta mucho más valor a una inversión que el capital, de tal forma que debemos lograr integrar la inversión en nuestro día a día. No se trata de invertir cuando hayamos ahorrado lo suficiente, sino de ahorrar de una manera más eficiente desde el primer día. 

 

 

 

La importancia de la Educación Financiera

 

Educación Financiera

 

 

La educación financiera que hemos recibido, o más bien, la educación financiera que NO hemos recibido, nos lleva a actuar del mismo modo en el que actuaban nuestros padres y abuelos, sin plantearnos a una edad temprana cómo debemos gestionar nuestro dinero. Quizá sea ésta la principal causa por la que en España todavía la inversión está muy alejada de los niveles de países mucho más desarrollados.

 

Podría haber cierta esperanza en la tendencia, ya que los datos demuestran que el crecimiento de inversiones de mayor complejidad y riesgo es notable, sin embargo, y aunque esto es cierto, ¿Lo es por los motivos adecuados? Cabe preguntarse cuántas de estas inversiones en fondos y renta variable se evaporarían caso de una importante subida de tipos de interés, cuál es el porcentaje de fondos garantizados que hay o peor aún, cuántos de estos inversores saben realmente lo que tienen y cómo lo tienen. 

 

Por otra parte, el avance de las nuevas tecnologías pone al alcance de todos novedosas maneras de inversión: criptodivisas, robo advisors, ETF´s… atrayendo a gran parte de ahorradores que en muchos casos desconocen con exactitud los riesgos que asumen. 

 

Y nada tiene que ver con la edad, el nivel de estudios o el poder adquisitivo, ya que salvo personas de alta cuna o ligadas al sector financiero pocos son los que reciben los conocimientos adecuados para gestionar de manera eficiente su dinero, una consecuencia que a largo plazo no sólo provocará un empeoramiento de la calidad de vida de éstos, sino de la de todos.  

 

Aun así y pese a que todavía queda mucho camino por recorrer, cada vez son más las iniciativas que se llevan a cabo en materia de Educación Financiera, lo que significa que al menos estamos siguiendo el camino de baldosas amarillas. 

 

 

 

Un saludo,

 

 

 

 

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Comisiones de un Fondo de Inversión

Comisiones de un Fondo de Inversión

 

 

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Últimamente muchos ahorradores se preguntan qué es eso de «las comisiones» que se les cobra por tener un fondo de inversión, pensando quizás que lo de invertir en fondos «era gratis».

 

Si volvemos a repasar Qué es un Fondo de Inversión veremos que es un vehículo a través del cual los ahorradores (partícipes) pueden acceder a los mercados financieros, que necesita de una sociedad gestora que invierta el dinero que todos los ahorradores han puesto (el patrimonio) y también de una entidad depositaría que lo guarde.

 

Por tanto, si tenemos a unos profesionales detrás (la sociedad gestora) que se encargan de invertir ese patrimonio, y a otros profesionales que se encargan de guardarlo (la entidad depositaría) tenemos que entender que no pueden hacer su trabajo gratis.

 

Y siendo así ¿Cómo cobran por su trabajo?

 

No lo hacen en forma de nómina, como un empleado por cuenta ajena tradicional, sino a través de comisiones y otros gastos que pueden aplicar por diferentes motivos:

 

Veamos cada una de ellas con más detalle.

 

COMISIÓN DE GESTIÓN

 

gestion

 

La comisión de gestión es la que cobra la entidad gestora por invertir el patrimonio del fondo en beneficio de los partícipes, es en cierto modo como la nómina que cobra un empleado por su trabajo.

Esta comisión se puede cobrar en función del patrimonio del fondo, de su rentabilidad o un mix de ambas, pero en cualquier caso respetando el % máximo anual establecido.

 

Si la comisión se cobra sobre el patrimonio del fondo, no podrá ser superior al 2,25 % de éste (salvo para fondos inmobiliarios que podrá ser del 4%).

Si la comisión se cobra sobre los resultados no podrá ser superior al 18 % de éstos (salvo para fondos inmobiliarios donde el limite es del 10 %).

Si la comisión se cobra en forma de mix, es decir, una parte sobre el patrimonio y otra sobre los resultados, la del patrimonio tendrá que ser máximo del 1,35 % y la del resultado del 9 % (salvo en fondos inmobiliarios que es podrá ser del 1,50 % y del 5 % respectivamente).

 

Es una comisión implícita, lo que quiere decir que se resta diariamente del valor liquidativo del fondo facilitando al participe (inversor) saber claramente cuál es el valor de su fondo en cada momento, ya que lo que ve, es lo que vale.

 

COMISIÓN DE DEPÓSITO

comisiones fondos de inversion

La comisión de depósito es la que cobra la entidad depositaría por custodiar y administrar el patrimonio del fondo y puede ser como máximo del 2‰ anual de éste.

 

Viene a ser lo mismo que pagar el alquiler de un trastero, eso si, con guarda de seguridad.

 

Es una comisión implícita, lo que quiere decir que se resta diariamente del valor liquidativo del fondo facilitando al participe (inversor) saber claramente cuál es el valor de su fondo en cada momento, ya que lo que ve, es lo que vale.

 

COMISIÓN DE SUSCRIPCIÓN

 

La comisión de suscripción es la que se cobra por entrar en un fondo de inversión, al igual que en el cine se paga por ver una película. Se aplica tanto a las nuevas suscripciones (dinero que viene de una cuenta corriente) como a los traspasos (dinero que viene de otros fondos de inversión).

 

La mayoría de los fondos españoles no cobran comisión de suscripción, aunque los hay que sí, como los fondos con elevada exposición al crédito, los fondos inmobiliarios y los fondos garantizados.

 

La comisión de suscripción es explicita, lo que implica que la paga el partícipe y se descuenta del valor liquidativo de las participaciones que adquiere, no pudiendo ser superior a un 5 % de éste. Se carga en el momento en que se realiza la suscripción como un porcentaje del importe suscrito y deduciéndose de este.

 

Supongamos que queremos invertir 10.000 € en el fondo MipequeñoAhorrador F.I. , pero como es un fondo muy exclusivo aplica una comisión de suscripción del 4 %.

Aunque nos gastemos 10.000 € tan sólo invertiremos 9.600 €, ya que los otros 400 € serán comisiones. 

 

COMISIÓN DE REEMBOLSO

 

La comisión de reembolso es la que se aplica por salir de un fondo de inversión. Es una comisión de «no permanencia» así que afecta tanto a las cancelaciones (sacar el dinero a una cuenta corriente) como a los traspasos (cambiar a otro fondo de inversión).

 

 

La mayoría de los fondos españoles no cobran comisión de reembolso, aunque los hay que sí, como los fondos con elevada exposición al crédito, los fondos inmobiliarios y los fondos garantizados.

 

La comisión de suscripción es explicita, lo que implica que la paga el partícipe y se descuenta del valor liquidativo de las participaciones que vende, no pudiendo ser superior a un 5 % de éste. Se carga en el momento en que se realiza el reembolso, como un porcentaje del importe reembolsado y deduciéndose de este.

 

Supongamos que queremos sacar 10.000 € del fondo MipequeñoAhorrador F.I. aun cuando el fondo cobra un 4 % de comisión de reembolso.

Aunque vendamos 10.000 € tan sólo recibiremos 9.600 €, ya que los otros 400 € serán comisiones.

 

 

OTROS GASTOS

 

Además de las comisiones de gestión y de depositaria existen otro tipo de gastos de tipo legal (impuestos, gastos de las propias inversiones en otros fondos, en acciones, en inmuebles…) y de tipo administrativo (elaboración de informes, auditorías, consultorías… etc.). Estos gastos no se presentan en formato comisiones sino que se aplican al propio fondo, como los gastos de la cuenta de resultados de una empresa.

 

 

TER ó TOTAL EXPENSE RATIO

 

LA TER – Total Expense Ratio o Cifra de gastos totales anuales incluye todos los gastos que tiene un fondo de inversión, es decir, tanto las comisiones -de gestión, de depositaría, de suscripción, de reembolso- como el resto de gastos legales y administrativos que se aplican.

Se expresa en modo % mediante la siguiente fórmula:

 

Total Expense Ratio = Costes totales del fondo / Activos totales del fondo 

 

 

 

Es importante tener en cuenta que la información sobre estas comisiones y gastos aparece en el Folleto del Fondo y en el Documento de Datos Fundamentales para el Inversor, y que además la CNMV obliga a las sociedades gestoras a enviar un informe anual personalizado en el que se indiquen -en % y en importe- todas las comisiones y gastos que se han cobrado.

 

Dicho esto, es importante tener en cuenta no sólo el Tipo de fondo de inversión que nos interesa en función de nuestro perfil de riesgo, sino revisar qué gastos tiene, y pensar que no se trata de escoger «el más barato» sino «el que mejor lo hace».

 

Un saludo,

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Período de comercialización

Período de comercialización

Finanzas A la par Acción Acción concertada Acción de oro Acción liberada Acción privilegiada Acción rescatable Acción sin voto Accionista Acomodación continua Activo Activo circulante Activo fijo Activo financiero Activos del mercado monetario Acumulativo Agencia de...

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